¿para qué es indicada la terapia acuática?

ARTROSIS DE RODILLA, CADERA, HOMBRO Y COLUMNA VERTEBRAL. Esta enfermedad tiene una prevalencia muy elevada que en España se estima en un 43%.

PROCESOS REUMÁTICOS, como la espondilitis y la artritis reumatoide, debido a que mejora la movilidad y la función para las actividades de la vida diaria, y disminuye el dolor.

PATOLOGÍAS RAQUÍDEAS:
- CERVICALGIAS (postraumáticas, esguinces cervicales, hernias discales y artrosis cervical).
- LUMBALGIAS, por hernias discales, espondilólisis, espondilolistesis y lumbociatalgias.
- DORSALGIAS, por espondiloartrosis dorsal y por hernias discales.
PATOLOGÍA DE HOMBRO. Para todos los procesos que cursen con limitación de su movilidad y omalgias, como las tendinitis del manguito rotador o el síndrome de rozamiento subacromial.

ARTROPLASTIAS (prótesis) de rodilla, cadera y hombro. Se inicia el tratamiento en el agua al mes de la cirugía. Los objetivos de la terapia acuática son: adquirir un adecuado rango de movilidad, potenciar grupos musculares específicos y el retorno a las actividades de la vida diaria.

OSTEOPOROSIS. Es muy útil en pacientes que se encuentren en fases avanzadas de esta enfermedad, ya que permite realizar una actividad física sin riesgo de caídas y se pueden realizar ejercicios de potenciación de los músculos extensores sin ocasionar sobrecarga sobre las estructuras óseas más frágiles. Permite trabajar el equilibrio y el control postural, modificando de forma gradual y progresiva la intensidad de los impactos según la inmersión del paciente.

DISCAPACITADOS FÍSICOS. Los objetivos principales son la estimulación temprana, la familiarización y la integración en el grupo. Se intenta el máximo desarrollo motor posible.

GERIATRÍA. El agua es un medio ideal para trabajar con este sector de la población por las características peculiares que presentan, como la disminución de la condición física y la capacidad funcional, disminución de la fuerza, de la movilidad y de la capacidad para realizar sus actividades de la vida diaria. La disminución del contenido mineral óseo, junto a la pérdida del equilibrio y del control postural, conllevan a un incremento del riesgo de caídas y de fracturas.

PATOLOGÍA DEPORTIVA. Se utiliza en la fase inicial y en la transición a su actividad deportiva. Permite mantener la capacidad aeróbica, realizar un intenso entrenamiento propioceptivo y trabajar sin contracciones excéntricas.

ESGUINCES, de tobillo, rodilla, columna vertebral y hombro.

TENDINITIS, permite una recuperación más rápida al poder realizarse dentro del agua el tratamiento con una disminución importante del dolor.

FIBROMIALGIA, se encuentran mejoras significantes en cuanto al dolor, aunque también en otros aspectos como la función física y social, calidad de vida, autoeficacia y fuerza muscular, además de aumentar las horas de sueño en este tipo de pacientes.

LESIONES MEDULARES, para poder verticalizar al paciente lo más precozmente posible, aumentar su autonomía y realizar ejercicios que serían imposibles fuera del agua.

PARKINSON, mejora de la autonomía, equilibrio, fuerza y autocontrol, en definitiva, aumentar su independencia y calidad de vida.

HEMIPLEJÍA, recuperar e integrar el lado afecto del cuerpo resulta más sencillo por la facilidad de movimiento y la gran aportación de estímulos que produce el agua.

PARÁLISIS CEREBRAL, desde hace varios años se viene utilizando en el norte de Europa el método Halliwick de hidroterapia, diseñado especialmente para este tipo de pacientes, con excelentes resultados de recuperación.

La hidrocinesiterapia también está indicada como complemento terapéutico de diversas DESALINEACIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL, como las actitudes escolióticas, escoliosis, hipercifosis, hiperlordosis y cifolordosis.