¿Qué es la Terapia Acuática?

¿QUÉ ES LA TERAPIA ACUÁTICA?

Desde hace unos años hasta la actualidad, el trabajo dentro del agua está tomando un papel muy importante en el campo de la fisioterapia y la rehabilitación, mejorando los resultados que hasta ahora se obtenían con la fisioterapia realizada fuera del agua.
Es importante diferenciarla de otra gran variedad de actividades que se realizan frecuentemente en el medio acuático, como serían la hidroterapia, natación terapéutica, aquasalud, acuagym… no programados ni dirigidos por profesionales sanitarios.
La Terapia Acuática es la combinación de la Hidrocinesiterapia (ejercicio terapéutico dentro del agua) y la fisioterapia convencional (termoterapia, electroterapia, cinesiterapia, terapia manual, reeducación postural, escuela de espalda). La integración de los dos tipos de fisioterapia es la combinación ideal para obtener resultados altamente satisfactorios en el tratamiento de lesiones.

¿POR QUÉ EL MEDIO ACUÁTICO?

El agua es un medio que como soporte, ayuda y resistencia al movimiento posibilita que los pacientes puedan comenzar de forma temprana (pocas horas o días después de producida la lesión o la cirugía) a practicar ejercicios de movilidad articular, desarrollo de fuerza y resistencia muscular, que aceleran los procesos de recuperación, sobre todo en determinadas patologías y en fases iniciales, ya que permite el alivio del dolor y la disminución del peso corporal, pudiendo comenzar la recuperación y el aumento de cargas antes que en el medio aéreo con un menor riesgo de caídas.

¿COMO AYUDA EL AGUA A LOS PACIENTES?

Los factores físicos de flotación, viscosidad, densidad del agua, presión hidrostática y temperatura del agua con los que cuenta la Fisioterapia Acuática y que NO pueden ser utilizados por otras terapias fuera del agua hacen que este tipo de tratamiento cuente con unas propiedades únicas para la rehabilitación:

FAVORECEN LA RELAJACION
MITIGAN EL DOLOR
DISMINUYEN LA DEFENSA MUSCULAR
MEJORAN LA CIRCULACIÓN
AUMENTAN LA TOLERANCIA AL EJERCICIO

Un beneficio agregado a la terapia acuática es que involucra el uso del cuerpo entero y no solo de la parte afectada, reforzando así la unidad del cuerpo.

¿QUIÉN PUEDE BENEFICIARSE DE ELLA?

Pacientes con todo tipo con lesiones musculares o físicas (ver apartado Indicaciones), así como personas incapacitadas, ya que les puede permitir moverse y realizar ejercicios en diferentes niveles, imposibles muchas veces de conseguir fuera del agua, ayudando a mejorar o mantener su capacidad funcional.

PROPIEDADES DEL AGUA

FLOTABILIDAD


El fenómeno de flotación se fundamenta en el Principio de Arquímedes, el cual dice que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una fuerza vertical ascendente similar al peso del volumen del fluido desalojado. El cuerpo entonces experimenta dos fuerzas contrapuestas: una que lo ancla al suelo (fuerza de la Gravedad) y otra que lo empuja hacia arriba (fuerza de empuje). La diferencia entre estas dos fuerzas es el “peso aparente”. Mediante este par de fuerzas se puede reducir el peso corporal hasta un 10-20% del peso real, (inmersión hasta el cuello).
Esta propiedad del agua tiene mucha importancia en la terapia acuática, ya que se disminuye notablemente la carga axial que se produce sobre la columna vertebral y sobre el resto de articulaciones del cuerpo, permitiendo realizar trabajos y ejercicios específicos imposibles de realizar o con mucha más facilidad que fuera del agua.


VISCOSIDAD

La viscosidad, se origina por la fricción de los fluidos. Debido a la viscosidad moverse en el agua es como levantar “una pesa líquida”: cuanta más fuerza se emplee, mayores son las fuerzas de resistencia que actúan contra uno. La “pesadez” del agua facilita el esfuerzo específico variable o adaptable. Este tipo de acondicionamiento “dinámico” del músculo para la resistencia no puede conseguirse de manera similar con máquinas de resistencia variable clásicamente utlizadas en los gimnasios convencionales. El entorno acuático permite fortalecer los músculos en una postura funcional/erguida, sobre todo dentro de la zona del tronco. El hecho de realizar ejercicios locomotores básicos (es decir, andar y correr) utilizando la resistencia del agua mejora la funcionalidad porque el cuerpo se estabiliza a sí mismo contra esa resistencia. Así, la auténtica ventaja del ejercicio en el agua radica en su capacidad de ofrecer resistencia específica en una postura funcional erecta.

DENSIDAD

La del agua es la densidad de referencia, es 1. Cualquier cuerpo que tenga una densidad mayor que la del agua, se hunde, y cualquier cuerpo que tenga una densidad menor que la del agua, flota.
La densidad relativa es la relación entre la masa y el volumen, por lo que cada cuerpo (o cada segmento corporal) tiene la suya.
Densidad Relativa = Masa / Volumen.
La media de la densidad del hombre es un poco menos de 1. Las partes más pesadas dentro del agua del cuerpo serían las manos y los pies (por su alta proporción en tejido óseo), y las menos pesadas los muslos, abdomen y tórax, por su mayor contenido en grasa y aire.
- Densidad humana: 0,97 - 0,99.
- Tejidos blandos: 1.02 – 1,06.
- Hueso: 1.40 – 1,80.
- Grasa: 0,90 – 0.94.
La densidad de los tejidos disminuye por ejemplo en la osteoporosis, distrofias musculares, edemas en los miembros inferiores… Estos cambios junto con los propios del cuerpo (también hay diferencias entre hombres y mujeres) inducen cambios en el volumen, y eso provoca cambios en la flotación y el equilibrio.


PRESIÓN HIDROSTÁTICA

Cuando sumergimos un cuerpo en un fluido, es la presión que aparece y se transmite integralmente a todas las partes del fluido y a las paredes del recipiente que lo contiene, (Ley de Pascal).
Viene dada por:
- La densidad del fluido.
- La profundidad: A mayor profundidad, mayor será la presión hidrostática.
Esto influye principalmente en:
1. A nivel circulatorio: favorece el retorno venoso, a mayor profundidad el agua ejerce una mayor presión sobre el cuerpo, por lo que ayuda a la sangre a subir hacia el corazón.
2. A nivel respiratorio: Sirve como entrenamiento de la musculatura respiratoria, porque la presión supone una resistencia a la inspiración y una ayuda para la espiración.
3. A nivel sensorial: La persona es más sensible porque el agua produce una mayor estimulación de los receptores sensoriales, hay un aumento de activación de los propioceptores.

TEMPERATURA

El agua transmite estímulos térmicos con mucha facilidad. Además, la inmersión en agua caliente produce un cambio en la viscoelasticidad de los tejidos debido a la temperatura, (Bovi, 1991), por lo que tendría efectos beneficiosos en casos de tensiones musculares, contracturas, espasticidad…